Mercedes Adelaida Oñate Bañados
El viento frio
del sur mesclado con el cálido viento
del norte me trajeron a Iquique,
un 29 de junio del año 1972.
Todas las
noches soñaba que volaba recorriendo muchos kilómetros, el viento acariciaba mi
rostro y mis cabellos volaban junto a él. Mi lengua sentía cada grano
del Cerro Dragón, olor a mar mezclado, con las salitreras que quedaban atrás,
el esfuerzo de tanta gente nortina de
tanta historia aprendida, de lucha, de
hijos nacidos en esta hermosa tierra y en el ocaso de mi vida como
maestra. Miles de estudiantes hicieron de mí. Una Iquiqueña de corazón.
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La libertad existe tan sólo en la tierra de los sueños
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