No supe como llegue a la Salitrera HUMBERSTONE, hoy considerada Patrimonio de la Humanidad.
Respire profundo, me senté.Y pensé en la abuelita Elena, que ya está descansando.En eso me quede traspuesta y la sentí a mí lado,
me dijo: al parecer me necesitas y vine. Mi asombro fue grande, feliz de verla. Me contó que en las fiestas sociales todos iban de punta en blanco, con mucho respeto.Que les entregaban una ficha roja con un número al varón y blanca para la dama.
Al momento del baile, se daban cuenta, con quien les había tocado de compañero de baile. ¿Imagínense lo entretenido?
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